Existe una gran cantidad de exámenes para certificar conocimientos en inglés, pero dos de los más utilizados para la vida académica o laboral son los exámenes IELTS y TOEFL.
Ambos destacan por ser la primera opción para aquellos aspirantes no nativos que precisan adjudicarse destrezas en el habla inglesa, aunque similares en algunos aspectos, apuntan a objetivos diferentes.
Eso dependerá de la locación a trabajar. En el caso de IELTS, éste es aceptado en las empresas de países como Australia, Nueva Zelanda o Inglaterra, y su enfoque está orientado al habla cotidiana, o de cuestiones relacionadas al trabajo de oficina.
Por otro lado, TOEFL si bien es aceptado en los lugares anteriormente mencionados, predomina un enfoque académico por encima del laboral, y su certificación es comúnmente utilizada para los estudiantes que deseen estudiar en otros países de habla inglesa, pero predominantemente Estados Unidos.
Mientras que TOEFL está pensado para el inglés americano y el IELTS para el británico, éste último también recoge otros acentos. Dependiendo del acento a la que el aspirante esté acostumbrado, también podrá influir en la decisión de tomar uno u otro examen.
En cuanto al tipo de instituciones, el TOEFL es principalmente solicitado por instituciones americanas y el IELTS por instituciones del Reino Unido y la Commonwealth.
Cabe destacar que los formatos de ambos exámenes también son diferentes, ya que TOEFL consta solamente de un examen, realizado en ordenador, mientras que IELTS tiene dos tipos distintos, que se hacen en papel o de forma remota: El IELTS Académico y el IELTS general.
Existen diferencias también en cómo se realizan ambas pruebas a nivel estructural: Mientras que TOEFL se basa principalmente en preguntas de opción múltiple, IELTS posee un formato diferente, con cierto margen para desarrollar respuestas.
Éste incluye preguntas de respuestas cortas, rellenar espacios vacíos, redacciones cortas. El IELTS se basa por lo tanto en habilidades de comprensión más amplias a medida que los estudiantes se enfrentan a diferentes estilos, tanto de preguntas como de textos.
En lo que respecta a la prueba oral, mientras que en el TOEFL se responden ciertas preguntas mediante un micrófono (ya que es realizado de forma remota) en IELTS también se realiza una entrevista directamente con una persona para su variante en papel.
Hay que tener en cuenta que uno de los test es más extenso que otro: IELTS se limita a durar 2 horas y 40 minutos, mientras que TOEFL tiene 4 horas de duración.
Dicho esto, uno de los criterios de mayor peso a la hora de elegir, es saber en qué país se desea estudiar. Si la elección es una institución de Estados Unidos, TOEFL es el más idóneo.
Si la elección es alguna nación perteneciente al Reino Unido, Canadá, Australia, hacer un examen IELTS prima por encima de cualquier otro.
Si bien ambos certificados son útiles para aquellos hablantes no nativos, la elección entre uno u otro dependerá de varios factores en torno al perfil del aspirante:
Esta es la clase de preguntas que el aspirante debería hacerse para considerar uno u otro examen.
Es menester considerar que, en ambas pruebas, el puntaje puede ser consultado vía online a los 3-5 días para la versión computarizada. Para otras variantes del examen, los tiempos de entrega de resultados oscilan entre 13-15 días.
Del mismo modo que ambas comparten el hecho de manejar sistemas de puntajes, por lo que el examen no se aprueba o suspende, sino que se evalúa a partir de un score determinado.
Otra de sus similitudes a destacar radica en la forma de ser estructurada, ya que también se apoyan en los 4 cimientos fundamentales del idioma: Reading, Speaking, Listening y Writing.
Del mismo modo que el precio para dar el examen también maneja rangos similares, que oscilan entre los 150 y 250 dólares aproximadamente, dependiendo de país a país.